Hoy hace una semana que estrené esta bitácora —o weblog, o blog, o log, o lo que sea que sea—, con la aparente intención de pasar desapercibido. No era cierto. Lo que yo quería era que me quisierais, que me quisierais un poco más. Aunque nadie se diera cuenta.
Yo soy poca cosa, y cada vez menos, pero siempre tendré a mis amigos. Es una sensación increíble la de sentarse al ordenador, escribir cuatro líneas, y luego recibir una lluvia de emails de la gente que te quiere y se acuerda de ti. Lástima que os empeñéis en usar el correo privado y no los comentarios públicos, porque ha habido comentarios geniales.
Y también están los nuevos amigos, que han llegado sin invitación y se han quedado aquí, sin hacer ruido. Parece que no sólo yo soy “nadie”. Os animo también a participar, porque lo que realmente hace de un blog algo grandioso es la posibilidad de establecer un diálogo entre el que escribe y el que lee, y que los papeles puedan intercambiarse.
Boris Vian aseguraba escribir “para divertir a los amigos”; yo también pensaba en los amigos al empezar a escribir este método para caer en el olvido, que es hacer un blog cuando ya hay más de cinco millones de blogs. Gracias por estar ahí; sin vosotros nada tendría sentido: sería como la vida real.
Yo soy poca cosa, y cada vez menos, pero siempre tendré a mis amigos. Es una sensación increíble la de sentarse al ordenador, escribir cuatro líneas, y luego recibir una lluvia de emails de la gente que te quiere y se acuerda de ti. Lástima que os empeñéis en usar el correo privado y no los comentarios públicos, porque ha habido comentarios geniales.
Y también están los nuevos amigos, que han llegado sin invitación y se han quedado aquí, sin hacer ruido. Parece que no sólo yo soy “nadie”. Os animo también a participar, porque lo que realmente hace de un blog algo grandioso es la posibilidad de establecer un diálogo entre el que escribe y el que lee, y que los papeles puedan intercambiarse.
Boris Vian aseguraba escribir “para divertir a los amigos”; yo también pensaba en los amigos al empezar a escribir este método para caer en el olvido, que es hacer un blog cuando ya hay más de cinco millones de blogs. Gracias por estar ahí; sin vosotros nada tendría sentido: sería como la vida real.
2 comentarios:
Pues que sepas que yo soy uno más que te sigue, me recomendó tu blog Julián y desde entonces le tengo añadido al lector RSS.
Si mantienes el nivel te añado a mi blogroll que no es que sea gran cosa pero sí una muestra de reconocimiento.
Gracias, dondado; desde luego, cuando alguien admite que lo que hace "no es gran cosa", ya empiezo a tomármelo en serio, porque suele valer la pena.
Por cierto, me ha gustado mucho una entrada de tu blog, http://www.dondado.es/2007/03/casi-somos-los-mas-piratas
Mira que somos malos...
Publicar un comentario