Con esto de las inminentes elecciones, es prácticamente imposible tomarse un café sin tener que tocar el abominable asunto de la política. Esta mañana, entre cucharada y cucharada, el amigo Llanillo me preguntaba por la diferencia entre abstenerse, votar en blanco y el voto nulo. Como puede verse, la cuarta opción —la de votar a un político— ni se contempló.
La cuestión es que me pilló completamente fuera de juego; lo poco que sé es que hay dos opciones de no votar (a políticos, se entiende):
- Abstención pasiva
No hay comentarios:
Publicar un comentario