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miércoles, 28 de marzo de 2007

Cosas que no se pueden encontrar en Internet

A pesar de los motores de búsqueda
que procesan en milisegundos
millones de entradas,
por más brújulas con que navegues
es imposible dar
entre el oleaje del hipertexto
con algunas cosas elementales:
En internet no hay
hojas de árbol puestas a secar
entre las páginas web.
No hay párrafos subrayados
ni anotaciones a mano
Nunca se quedan migas de galletas
ni arena de la playa
entre las hojas.
No se puede usar como marcapáginas
una factura del banco.
En internet el viento nunca
te desbarata los folios y los hace volar
como una bandada de palomas.
Tampoco llueve nunca
en las tardes tristes.
Internet no te echa de menos
ni te pasa la mano
por el hombro
cuando quiere engatusarte.
En internet no hay
duelos a muerte
al ponerse el sol
ni nadie que te espere
a la salida de clase.
Internet no tiene
sabor a fresa
ni barquilleros
en las esquinas.
Internet nunca olvida tu cumpleaños,
pero no tiene habitaciones
con derecho a desayuno
y en toda la red mundial
es imposible emborracharse.
Pero, sobre todo, no hay web
ni chat ni blog ni foro
ni dominio
en el pueda encontrarte
porque te escondes detrás
de nicks, de falsos nombres
que te sirven de máscara
para que no pueda reconocerte
y a través de la red
no hay abrazos
ni sonrisas (sinceras)
y es muy difícil
ver tus ojos y sentir
el leve temblor
de un beso.
Porque internet no es más que
varios trillones de unos y
varios trillones de ceros,
una enorme mentira que no tiene
ni un centímetro
de piel.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

He dado un paseo por tu bitácora, y me alegra encontraros a ti y a Pilar entre los que de verdad cuentan (entre la gente) y cuentan (cosas). Ánimo y a seguir alimentando los nadies, los nuncas, las nadas y los noes.

Un abrazo,

Antonio

P.D. El capitán Llamazares, ¿es invención fortuita, o proviene de la tropa familiar? Sigue buscando su hueco en el mundo editorial.

Javier Menéndez Llamazares dijo...

¿Ves lo que pasa por tener amigos brillantes? Que te pones a escribir como si supieras, y enseguida aparece alguno que te da mil vueltas. ¡Qué grande eres, Antonio! Me apunto como pendiente contar algo aquí sobre tus libros, que tú sí que publicas. Un abrazo.

Anónimo dijo...

Pero por lo demás, en internet, está todo lo que importa:

Maldiciones grtuitas, inquinas inexplicables, exhibicionistas, arlequines, monos, loros, puercoespines...

y de vez en cuando una palabra, o un gesto, o su ausencia para recordarte algo. O para olvidártelo...

Yo qué se...

Unknown dijo...

Me ha gustado mucho tu poesía, creo que ilustra muy bien una conversación que tuve con dos buenos amigos míos sobre la virtualidad de la vida. Uno sostenía que lo ideal es que lo que esta por venir, los e-espacios, las e-experiencias,... y que este al alcance de cualquier persona el hacer virtualmente cualquier cosa, por difícil que parezca. Por el contrario, el otro sostenía la tesis contraria, y aborrecía todo lo que viniera de este mundo electrónico... creo que fundamentalmente le tiene miedo. Yo tengo una postura a medio camino y creo que Internet no va a sustituir a nada de lo que ya tenemos o tuvimos, pero si nos a va aportar nuevas experiencias y modos de comunicación, no por ello voy a dejar de escribir cartas de puño y letra a mis buenos amigos...

Por cierto me dejas tu poesía para ilustrar mi historia sobre la conversación en concreto?