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jueves, 29 de marzo de 2007

Aprender de los que saben

¡Y yo que estaba convencido de que el papel ese anaranjado —o color salmón, que dicen los exquisitos— sólo servía para envolver el pescado o los churros! Claro, con esas listas inexplicables de numeritos, todos decimales, la tipografía diminuta, las abreviaturas raras, tenían para mí el mismo atractivo que la guía telefónica leída de corrido.
Pues resulta que no tenía razón, y que entre páginas de autoayuda empresarial (“Cómo motivar a tus empleados para que te hagan un directivo de éxito”) y la quiromancia bursátil (Los tipos de interés se mantendrán estables) se esconden algunos artículos que merece la pena y que, además, resultan comprensibles para el no-iniciado en los misterios económicos.
Un muestra la podéis encontrar en:
http://www.cincodias.com/articulo/opinion/Migraciones/codesarrollo/cdscdi/20070113cdscdiopi_5/Tes/

Merece la pena leer a Pedro Reques: escribe muy bien, aborda temas interesantes y, además, siempre tiene razón. Un lujo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Acabo de leerlo y me ha sonado a los mundos de Yuppi.

De hecho, acaba diciendo que el codesarrollo es una necesidad económica para los más pobres y una necesidad ética para los más ricos.

Cuando he acabado de leerlo, me he levantado y he rezado el credo.

Javier Menéndez Llamazares dijo...

Anda, ¿y no es verdad? ¿O es que ya no existen necesidades éticas?