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jueves, 21 de junio de 2007

Solidarios [con el dinero ajeno]


Llevo un rato dándole vueltas al diccionario propio —que se supone que cada uno mantenemos en nuestra cabeza, con permiso del alemán capullo aquél— y no consigo encontrar una palabra; a ver si alguien me ayuda.
La palabra es la que se le podría aplicar a los personajes públicos que aparecen en campañas benéficas, abanderando una buena causa e invitándonos a aflojar la mosca a alguna oenegé. Y el único adjetivo que se me ocurre —aparte del ya obsoleto "caritativo"— es "solidario". Por supuesto que es la primera palabra que me surge porque está muy extendida, convertida casi en un cliché, una etiqueta que nos gusta poner para justificar nuestros santorales laicos contemporáneos. Pero yo, la verdad, a esa palabrita no acabo de verle la gracia.
Hace un par de días, en un rato perdido, vi que en la tele hablaban de las desdichas de algunos famosos: princesas, futbolistas, magnates. ¡Cuánto sufren, sí señor! Y para resaltar su lado "bueno", en seguida sacaban a la palestra sus actividades humanitarias. ¿Y en qué consistían? Hay varios tipos, incluso alguno bueno, pero los más notables son aquellos en los que el famoso cede su imagen para apoyar a una causa —alguna de esas que claman al cielo, casi siempre relacionadas con la mortalidad infantil y nunca con las causas estructurales de la pobreza—, y sensibilizar a la opinión pública acerca del problema.
¿Quiénes son esa "opinión pública"? Usted y yo, claro. ¿Y para qué sensibilizarnos? ¡Exacto! ¿Cómo lo ha adivinado? Para hagamos donativos, por supuesto.
No, no me opongo a la labor de las oenegés, ni mucho menos: si no existieran, habría que inventarlas. Lo que me indigna es la desfachatez de los famosos que pretenden ir de "solidarios", pero de balde.
Porque tendemos a considerar por igual las intervenciones altruistas y esa otra actitud de "nadar y guardar la cartera". Me explico: cuando Sting monta un jaleo con nativos del Amazonas, está llamando la atención de la población mundial sobre una amenaza grave que causa el mundo occidental, y está además plantando cara a las grandes empresas mundiales —al capital, que dirían antiguamente—. Si un famoso sale en televisión pidiendo colaboración ciudadana para buscar a un niño desaparecido, está prestando su imagen para una labor social, de modo ejemplar.
Sin embargo, no siempre es así: lo habitual es que el famoso ceda su imagen para algún fin solidario, y nos diga a través de su impecable sonrisa y sus dientes blanqueados: ¡colabora! Y enseguida, en un lugar bien visible, aparece un número de cuenta.
¡Qué generosidad! ¡Qué altruismo! ¡Qué forma de consagrarse a los demás! Te haces una foto, pones cara de buen feligrés, y que el dinero para las misiones lo ponga el público, que para eso está.
Y, si lo pensamos bien, es muy lógico: ¿cómo van a dar los famosos su propio dinero? Si lo dieran, se empobrecerían y acabarían siendo tan anónimos como nosotros. De ninguna manera: ellos que cedan la imagen —que no sólo es gratis, sino que es una forma más de publicitarse, y de paso aumentar su prestigio—, y los fans que paguen, que para eso están.
Esto lo entendían muy bien los publicitarios de aquella malograda oenegé, que salían con la careta de una princesa solidaria y —a la vez que sacarnos la pasta— nos querían hacer sentir mal, con aquello de: «¿O es que tiene que pedírtelo ella?».

11 comentarios:

Anónimo dijo...

Me encantan tus análisis, poseen un precisión muy alta, difícil en estos tiempos ...

El título de la entrada, me ha encantado todavía más. Me encanta leer las entradas con esa perfecta sonrisa de oreja a oreja, que bueno! ...

Un saludo!

JML dijo...

Amigo LLamazares...

...No te líes. Nuestra conciencia es como una casa con dos puertas: mala de guardar. Ocurre que los malos pensamientos, los que tenemos empapados de generosidad, siempre están llamando a la puerta que no vigilamos, la del espíritu crítico, la de la verdadera responsabilidad: no convertir nuestro instinto solidario en un derroche inútil.

Saludos (y atento al blog. Mañana pienso desnudarme)

Anónimo dijo...

¡Quién sabe lo que se oculta detrás de todas esas caras que desde la caja tonta nos reclaman nuestro euro al día! Habrá de todo: desde quien realmente cree en su mensaje hasta el que se marcha a su casa con la conciencia tranquila y un cheque en el bolsillo. Supongamos que una ONG llama a Don Nadie para que preste su imagen. Si éste cree en la causa que defiende, sin duda lo aceptará, y además sin cobrar. Este es el "solidario". Si le importa un rábano la causa, no cree en ella o simplemente no le apetece hacerlo, está en su derecho. Éste es el "coherente" ; pero si cobra por prestar su imagen a una causa en la que no cree, la palabra que estás buscando es "inmoral".

Desesperada dijo...

este tema tiene dos lecturas, una es el mal menor: vale, el famoso es que me repatea, pero si sale la gente se fija, y la lectura real: qué mundo de mierda en el que, para ayudar a quienes se mueren de hambre, necesitamos que nos lo pida un famoso. yo también creo en las ong. aunque tengan defectos.

Ing. Cardioide dijo...

JA! No creas que hay gente famosa y millonaria que dando dinero se queda pobre! Si no pregúntale a Bill Gates, que le sale más caro recoger un billete de 100 dolares que tiró en la calle que a dejarlo ahí :P.

También ahí está tu amiga la Paris JJJilton, eeen fin. Creo que lo que deberían hacer para prestar la imagen es mínimo donar con una cantidad mínima para participar :D jaja.

Acá en México está el ya famoso Teletón para recabar fondos para niños con capacidades diferentes y atenderlos en los distintos CRIT's (Centro de Rehabilitación Infantil Teletón) Hasta ahora van a construir el 10mo CRIT. Cosa que es buena y altruista, lo que no me gusta es que todos los famosos pongan su cara de llorar y digan que donen dinero a la causa. Tampoco me agrada que muestren el dolor ajeno :S

En fin, me agradó bastante el post. Cuidese! Y ya ta mi hijo en mi blo' jajaja.

Aloha! Un abrazo,

Lalo.

Anónimo dijo...

Solidaridad... buenas palabras para acciones turbias. Fuente: Diccionario de la Robla Ana Españolasegúnycómo (DRAE).
O sea, casa con dos puertas, como bien dice el amigo Perdedor...

rakel dijo...

ola!
estoy desconcertada, que ha pasado hoy? es festivo? bueno, que sea para bien.
bjs

Iván dijo...

Javier, a mí no se me ocurre solo una palabra. Pero que tal una definición en dos:
solidaridad ambigua.
Los humanos somos seres avariciosos y egoístas. Y quién más tiene más desea. ¿Que los millonarios dan parte de su dinero a supuestas buenas causas? Puro egoísmo la mayor parte de las veces. Simples ganas de mejorar la imagen.E, incluso, podíamos decir que la caridad es de por sí egoísta. ¿No es cierto que nos hace ser mejor personas? Pues quizá sea ese deseo el que impulsa a mucha gente a ser caritativo.

Olalla Díaz dijo...

Yo les llamaría FALSOS, porque si de verdad quieres hacer algo, la mejor forma es el ejemplo.
Si eres famosete y quieres concienciar a los demás, lo primero es estar convencido uno mismo, si ellos no lo están... cómo pretenden que tu lo estés??

A mi me convence mucho más que un amigo, me descubra por casualidad que dedica 2h semanales a otros, de las fotos de famosos... paso.

Filisteum dijo...

Pero vamos a ver...

SOLIDARIDAD... ¿No era un sindicato polaco?

:-))

Filisteum dijo...

Otra.

las ONG son las organizaciones que transfieren dinero de los pobres de los países ricos a los ricos de los países pobres.