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viernes, 7 de marzo de 2008

La obsesión con la calidad

«Dame calidad», cantaban hace veinte años Ciudad Jardín. Claro que luego decían «Beber, beber y bailar», y la cosa se embrollaba un poquito. Pero bueno, lo de la calidad al final se te quedaba, que es lo que importa. Y luego te vuelve a la mente en cualquier momento; como, por ejemplo, mientras haces un máster y te meten una chapa de cinco horas sobre "Gestión de la calidad".
¿A qué tanta obsesión con la calidad, pudiendo pasar la tarde de paseo por el Sardinero o echando la siesta?, te preguntarás. Pues tiene su sentido, porque la calidad, a pesar de todo, no deja de tener su importancia.
Resulta que los controles de calidad, que en Estados Unidos y Gran Bretaña habían comenzado a aplicarse tímidamente a principios del siglo pasado, se volvieron imprescindibles durante la segunda guerra mundial. Al parecer, las armas aliadas no funcionaban demasiado bien —tenían mucha tendencia a encasquillarse—, lo que solía desembocar en ciertos riesgos para la salud y la supervivencia de sus esforzados soldados.
Entonces uno se imagina a Brus Güilis que se tira en paracaídas, nada tres millas por el Atlántico, repta por una playa de Normandía, sortea varias minas, salta las trincheras como si fuera Carl Lewis, cruza la línea de fuego y rodea él solito a todo el ejército alemán. Y cuando ya tiene encañonado a un pobre enemigo, al que ha pillado lavando la muda de invierno o escribiendo cartas a la novia, y el Güilis se lo toma con calma antes de apretar el gatillo, encendiendo un lucky con su zippo y soltando alguna chulería vaquera, precisamente en ese momento, se le encasquilla el fusil. Y se le hiela la sonrisa. Porque entonces el alemán le mira fijamente, levanta su Mauser Schnellfeuer y le dice:
—Deustche Qualität.

…justo antes de vaciar el cargador. Así que, vistas así las cosas, igual el rollo este de la calidad y demás sí que tenían cierta razón de ser, ¿no?

12 comentarios:

Anónimo dijo...

Sin quererlo ni beberlo he descubierto tu blog. Tu trabajaste en la radio de La Bañeza verdad?...Madre mía, lo que son las cosas

Mariano Zurdo dijo...

¡Ostras!, visto así...

Lulu dijo...

la tenian la tenian. Hoy lei un articulillo de Senhor Marias sobre los controladores de ... de cualquier cosa. Y aunque esto no tiene mucho que ver me lo recuerda. El problema es, quien controla la calidad?? y quien controla al controlador?? hoy estoy en plan munhequita rusa de esas interminables, lo siento.

Un abrazo y perdone las faltas (de ortografia, y de tildes...). Su blog estupendo, como siempre.

Anónimo dijo...

Como decía Johan: el calidad es el calidad.

Por lo que a mi respecta siempre he preferido la calidad a la cantidad

(chistes, no, jeje)

Unknown dijo...

A mi el tema de la calidad me parece capital... me parece de suma importancia... Pero a veces me pregunto si hace falta soltar rollos del estilo "la calidad esto", "la calidad lo otro", "que si la manera de conseguir la calidad", "que como medimos la calidad" o "hay que conseguir tal certificado de calidad que nos cuesta tanta pasta...". A mi me da la impresión que hay a alguien que le interesa mucho, económicamente hablando, que la calidad sea cuantificada, cuando en realidad la calidad es algo que debería de venir de serie en los productos, la educación, los servicios, la administración... por que se supone que estamos tratando con profesionales, y estos se esfuerzan al máximo, para darnos el 100% de lo que saben...

Resumiendo, que entre profesionales, se supone que la calidad debería de venir de serie, y no se debería de hacer tanta paja mental intentando definir calidad, sino dándola.... QUE HAY CADA CHAPUZAAAAA

Unknown dijo...

PD/ Todo esto viene por que llevo ya tiempo metido en el proceso de Bolonia, y se habla mucho de calidad de enseñanza... pero verse lo que se dice verse, se ve poco... o mejor dicho se percibe poco

Raquel dijo...

Debe ser que sí
Saludos

abuelonet..com dijo...

Efectivamente para tener buena calidad no podemos compararla con la cantidad, se ha dicho que mas vale poca cantidad pero que sea de calidad.
Un abrazo

Ing. Cardioide dijo...

Eso sí mi estimado Javier... Depende del objeto o servicio! jeje...

En software la calidad es muy difícil de descifrar, ya que es algo subjetivo y aunque hay métodos de ver qué tanta calidad, aún así creo yo que es demasiado ambiguo y subjetivo.

Más bien creo que debería ser más funcional la cosa.

Y definitivo, a veces la calidad debe ser buena, pero no en muchas cosas jejeje...

Ya volví ahora sí! :D Saludos y un abrazo! Luego requiero de platicar contigo acerca de la vida en España jejeje... Saludos!

Aloha!

Lalo.

Dante Bertini dijo...

este post me produce bastante inquietud...como no soy totalmente de estas tierras, cuando oigo hablar de armas me dan ganas de salir corriendo hacia la frontera.

Carlos Añejo dijo...

¡Cuidado!... Esas pistolas (la de la foto) las carga el Neptuno.

CarlosBlanco dijo...

Hace tiempo vi un documental en el “canal Historia” Sobre la 2ª guerra mundial, esta vez centrada en las batallas de tanques.
De memoria recuerdo que decían algo así que los tanques alemanes eran infinitamente de mas calidad que los de los aliados, a costa de que la construcción tardaban(y costaban) unas 2 o 3 veces mas.
En condiciones normales compensa gastarse el doble (de dinero o tiempo) si luego te duran 10 o 12 veces mas, unos 2 años sin pasar por el taller, pero claro, no se utilizaban para dar paseitos por el campo sino que eran el objetivo de constantes bombardeos cañonazos y sabotajes, con lo que el tiempo medio de vida de un tanque (de cualquiera de los bandos) era de menos de un mes, y esas batalla la ganaron quién era capaz de reponer mas rápido los tanques caídos.
El típico ejemplo de comprar un mechero en el chino en vez de comprarte un zipo de plata.