Tres mil y pico megaherzios
doble procesador
cinco gigabytes de ram
y el caché más alto del mercado;
bahías y puertos,
periféricos, teleféricos,
bluetooth, blue-ray,
blue-velvet...
pantalla plana de cristal líquido
conexión inalámbrica
teclado partido
y ergonomía en el ratón;
tres millones de líneas de código
—propietario, claro está—
accesos directos, alias
la cima de la civilización,
y todo para jugar
un triste solitario
y ver
películas porno.
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miércoles, 5 de diciembre de 2007
Progreso [antipoema]
Publicado por Javier Menéndez Llamazares en 16:20 Califica este artículo (1-5):
Etiquetas: Antipoemas
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12 comentarios:
Sí, muy bien dicho :-)
Je je...
Y poner el emule... Para bajar porno.
Pues sí, triste realidad, tantas características técnicas y cachivaches para que al final algunos lo usen para una cosa solo.
Un abrazo
Jo, y yo que estreno portátil... Aunque tienes razón, solo me ha servido para ponerle los cuernos al antiguo solitario con el mahjong.
Saludito
Sí, es lo que pasa con la tecnología, que usa medios supersofisticados para mandar al otro extremo del mundo chorradas que no merecerían ni ser formuladas en voz baja.
Porno, solitario... antes yo creo que se trata de acceder a lo que decía Eric Reinholz, se busca ante todo conectar con relaciones de intercambio en red (ongoing relationships), en una suerte de nostalgia de la comunidad real. en tiempos en que lo real ya no pueda definirse cartesianamente.
Mmmm… querido Javi, te estás convirtiendo en un poeta de verso en pecho. Así me gusta. No te extrañe tanta complejidad para un hecho tan simple: echarse un solitario. A la realidad hay que tunearla un poco ¿no te parece?
Un abrazo
Podemos vestir nuestra realidad con los más sofisticados modelos, pero ella siempre llamará a nuestra puerta, completamente desnuda.
Lo que demuestra que el hombre sigue siendo aquel viejo mono que para partir una pequeña nuez utiliza la piedra más grande que encuentra.
Sí, la cosa tiene gracia. Es como el que construye un gran tunel para que circule por dentro un desfile de hormigas.
Tanto para tan poco... hay que ver.
Qué bien haber pasado por aquí.
Besos.
Que bueno...
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