Un viaje a un lugar exótico, un balón de reglamento, una mirada de «ay, si tú quisieras...» en la parada del autobús, un libro de Boris Vian... Hay cosas que siempre hacen ilusión, que nos hacen sentir como un niño con zapatos nuevos —claro que entonces, cuando se acuñó la expresión, aún no había naiks, ni adidas, imagino—.
El caso es que a mí una de las cosas que más me presta es publicar. Y publicar en papel. Porque la web está muy bien, y en el blog puedes contar más, e igual hasta mejor, pero no es lo mismo. No huele a tinta. No tiene el tacto áspero del papel prensa. No te corta los dedos si te descuidas. No suena a tormenta de verano cuando lo arrugas, y no puedes doblarlo, redoblarlo y volverlo a plegar, hasta convertirlo en un pedacito muy pequeño de información, que cabe en un bolsillo y también puede servir para calzar una mesa que cojea. No puedes leerlo por encima del hombro de alguien en el tranvía, ni bajar al quiosco y comprar la edición de la mañana. No puedes usarlo de almohadilla en el fútbol, ni envolver pescado o churros. No sirve para hacer papel maché, ni sombreros napoleónicos, ni barquitos de papel. Nunca te encuentras blogs abandonados en las aceras, ni los deshace la lluvia. No puedes enrollarlos y usarlos de catalejo, o de espada, o de cachiporra. Ni siquiera puedes meterlo debajo del maillot para cortar el viento cuando vas en bici.
Por eso, y por tantas cosas más, me ha hecho tanta ilusión volver a ver mi nombre impreso sobre papel prensa, y con foto y todo. Porque, después de una temporada colaborando con Alerta, el periódico con más solera de Cantabria, me han dado una columna. Aparece los jueves, en las páginas de Cultura, y la he llamado "Verbi Gratia". En ella hablo sobre temas culturales y sociales, con alguna conexión con la región —claro que, conociéndome, acabaré hablando de cualquier cosa; de lo que me dé la gana, más en concreto—, como en la edición de hoy, en la que me pregunto qué va a pasar con Comillas y la proyectada "Universidad del Español" con la que el gobierno autonómico lleva tres años amenazándonos.
Ah, y por cierto: también se puede leer en internet, cada jueves, en la web del periódico Alerta. Pero, como os decía, mola mucho más en papel...
El caso es que a mí una de las cosas que más me presta es publicar. Y publicar en papel. Porque la web está muy bien, y en el blog puedes contar más, e igual hasta mejor, pero no es lo mismo. No huele a tinta. No tiene el tacto áspero del papel prensa. No te corta los dedos si te descuidas. No suena a tormenta de verano cuando lo arrugas, y no puedes doblarlo, redoblarlo y volverlo a plegar, hasta convertirlo en un pedacito muy pequeño de información, que cabe en un bolsillo y también puede servir para calzar una mesa que cojea. No puedes leerlo por encima del hombro de alguien en el tranvía, ni bajar al quiosco y comprar la edición de la mañana. No puedes usarlo de almohadilla en el fútbol, ni envolver pescado o churros. No sirve para hacer papel maché, ni sombreros napoleónicos, ni barquitos de papel. Nunca te encuentras blogs abandonados en las aceras, ni los deshace la lluvia. No puedes enrollarlos y usarlos de catalejo, o de espada, o de cachiporra. Ni siquiera puedes meterlo debajo del maillot para cortar el viento cuando vas en bici.
Por eso, y por tantas cosas más, me ha hecho tanta ilusión volver a ver mi nombre impreso sobre papel prensa, y con foto y todo. Porque, después de una temporada colaborando con Alerta, el periódico con más solera de Cantabria, me han dado una columna. Aparece los jueves, en las páginas de Cultura, y la he llamado "Verbi Gratia". En ella hablo sobre temas culturales y sociales, con alguna conexión con la región —claro que, conociéndome, acabaré hablando de cualquier cosa; de lo que me dé la gana, más en concreto—, como en la edición de hoy, en la que me pregunto qué va a pasar con Comillas y la proyectada "Universidad del Español" con la que el gobierno autonómico lleva tres años amenazándonos.
Ah, y por cierto: también se puede leer en internet, cada jueves, en la web del periódico Alerta. Pero, como os decía, mola mucho más en papel...
12 comentarios:
que... viéndo que te hace tanta ilusión, pero tanta, tanta, no me queda más remedio que felicitarte; entiendo que aunque no sean los mismos objetivos, vas a perder asiduidad en tu intento de no ser nadie y, definitivamente, te vas a dedicar a glorificar la palabra impresa (nunca he entendido por qué traducen "verbi gratia" por "por ejemplo"). A propósito, se me ha ocurrido que, si ya no tienes tiempo para atenderlo, le puedes pasar el blog a Javierín para que haga él directamente las preguntas aquí y... ya se las contestamos nosotros si eso...
Un abrazo.
Felicidades.
Dentro de poco te estaré haciendo la competencia... y hasta ahí puedo leer.
Coño, Llamazares! Te has materializado, como Marx, como el Espíritu Santo flambeado.
Pues sí, oye, habrá que felicitarte, ahora que eres un tangible, y no bytes inmesirecordiosos.
No he venido aquí a hablar de mi libro, pero yo tb he "sufrido" esa sensación de ver tus palabras sobre el tacto áspero del papel de periódico; colaboro precisamente en uno mensualmente y, aunque no me ayude para nada con la hipoteca, al menos sí un poco con la intención de seguir escribiendo.
Nada, oye, que enhorabuena y que te sea leve.
bien! enhorabuena!
diga usted que si, que los periódicos siguen teniendo más tirón.
besazos!
Enhorabuena, ya que andas por ahí, a ver si mejoran la web, y la hemeroteca deja de estar en obras. ¿Sabes si van a cambiar algo?
Saludos,
JP
Historias de JP
Ya, pero... ¿se puede en tu columna en papel fumar,consumir drogas blandas,circular sin límite de velocidad,insultar con elegancia, practicar top-less y down-less, hacer el amor sin preservativo y no usar eufemismos?
No, ¿verdad?.
En cualquir caso mi más sincera enhorabuena por este paso del cristal al papel.
Uno escribe para que lo lean, ¿no?. Y quizás en el formato físico, nuestro texto vaya mejor dirigido a posibles lectores. Tu alegría se debe entonces a la posibilidad de trascender y poderlo lograr es un hecho que amerita un festejo; tu logro no es aparecer en papel, sino comenzar a comprender Cómo ser alguien. ¡Felicitaciones!
Ya era hora de que se iluminaran.
Enhorabuena!
Muchísimas felicidades mi estimado Javier! :D
Lo malo es que hasta México no llega jajaja, pero podré leerte por Interné [bendito Internet me cae] los jueves.
Es más, deja agendarlo jajaja :D
Aloha! Un abrazo!
Lalo.
Muchas felicidades. Seguiré de cerca tu columna, que, viendo como has empezado de fuerte, promete mucho. Te vas a convertir en un rebelde, en un ye-ye de las rotativas. Ten cuidado con lo de que Cantabria es la cuna del castellano, pueden declararte non grato en La Rioja. Creo que en San Millán de la Cogolla tienen un osario monumental compuesto de los esqueletillos de todos los que dijeron eso. Un abrazo, Javi.
Enhorabuena por la columna!
(y por lo del Rácing :-D)
Hola.
Es lo que tiene el "mundo blog".
De vez en cuando pinchas en algún comentario de un blog conocido, llevándote a un blog desconocido para ti...y te llevas agradables sorpresas.:)
Comento la última entrada, pero me las he leído todas. Me gusta, me gusta este blog. ¡Además puedo fumar y hacer prácticamente lo que me da la gana!.Ja,ja,ja.
Y respecto a esta entrada, tienes toda la razón.
En mi "corta experiencia" con ello, la verdad es que hay algo "diferente" cuando he visto mis relatos publicados en papel.:)
Mis felicitaciones por tu blog y por tu artículo en Alerta.
Un saludo
Publicar un comentario