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lunes, 18 de mayo de 2009

El poder de seducción de Deicidas



Y yo que me creía a salvo, curado ya de espantos, desinfectado, completamente rehabilitado de aquel veneno que en los años ochenta me llegó a enganchar como si no hubiera nada más en el mundo…
Quiero decir que hace ya mucho que ni cresta ni tupé, ni buggies de leopardo ni patillas de hacha; ya no gasto aquella chupa de cuero negro que me sobraba tres tallas, ni me subo los cuellos de la camisa. Nada de poner una y otra vez a los Stray Cats, o de maltratar guitarras. Y de perseguir chicas ya mejor ni hablamos. Se acabó el Trance, el Berlín y el Heste. Que soy [casi] formal, vamos. Que ahora escucho Starry Eyes o a los Jam y hasta me gusta. Con decir que hasta me paro delante de las ópticas y me quedo embobado mirando las gafas de pasta...
Y ahora, precisamente ahora, resulta que les da por volver a los Deicidas. Coño. Manda Trillos.
Pues eso, que me llega el soplo de que van a perpetrar un concierto sorpresa. Y no es en el CCAN, no; es en el MUSAC. El rock como obra de arte, vamos. Vaya cabreo.

Supongo que la culpa es de Mures, claro. Era un tipo con barbita que hacía la radiofórmula en el León de los ochenta, hasta que un día debió de sobrar una hora en la franja nocturna y le emplumaron el marrón de rellenarla. Y al tío no se le ocurrió otra cosa que poner grupos de León, darles vidilla y hasta entrevistarlos. Y allí, entre el genial "No me hagas trabajar papá" de Piñón Fijo y los vanguardismos de Fundición Odessa, los chavales de mi generación nos quedámos a cuadros escuchando a Kike Cardiaco explicar que el sello que había fundado se llamaba PIGS —como "maderos" en inglés—, que no era más que un acróstico tipo DRO, y se suponía que eran "Producciones Independientes de Garaje Sumergido". Toma ya.

Hasta aquí, todo normal. Pero un día Mures presentó el disco de un grupo nuevo. Era un EP de cuatro o cinco canciones y las puso todas. Me hizo algo de gracia cuando hablaban de una tal Dora —pensé inmediatamente en una chica que siempre estaba en casa de mi tío Cuqui, con Martín, un chaval que dibujaba—, pero nada del otro mundo. Luego pincharon un corte que decía algo así como: "si vuelvo la vista atrás, recuerdo que eras trotskista; ahora te va el rollo sudista". Yo miré el parche que tenía en la cazadora vaquera y me quedé un poco cortado. La madre que los parió. Pero entonces llegó una descarga que me dejó en el sitio. Unos guitarrazos cortantes y un vozarrón que berreaba: «¡No puedes, no puedes!». Yo entonces no tenía ni un clavel para discos, así que me pasé dos semanas con los dedos en el rec y el play del radiocassete esperando que volvieran a poner aquella canción: "Poder de seducción".

Ya no puedes escapar
a mi poder de seducción
Ya no puedes volver atrás
has caído en mi prisión.


Sí, sí, claro: no es Góngora. Ni Lennon & McCartney. Es sólo rockandroll, pero me gusta. Pues precisamente eso.

Alguien me contó que aquellos tipos tenían sospechosas conexiones con la banda del Cicuta. Mala prensa, porque poco tiempo antes algún vándalo había destrozado las porterías y medio patio del colegio de La Palomera, y los "Cicutas" habían adquirido proporciones míticas para los chavales del barrio, que mirábamos con preocupación a los mayores que llevaban muñequeras de pinchos y lenguas de los Rolling dibujadas en los vaqueros.
El caso es que yo no vi los primeros conciertos de Deicidas; en aquella época andábamos todos con el leonesismo muy inflamado —y ya se vio para qué nos ha servido, aparte del partido que le sacó Morano— se decía por entonces que el cantante había salido al escenario con un león estampado en la camiseta, así que el público le recibió con una ovación antológica. Pero luego el pavo se dio la vuelta, y resultó que llevaba dibujado un castillo, así que se armó una buena. Lo cierto es que nunca he podido confirmar la historia; todos empiezan diciendo que estaban allí, bueno, ellos no, un amigo. O un amigo de un amigo de alguien que conocieron una vez... En fin, si alguien ha sido testigo que hable ya.

Pero sí que vi su primer gran concierto, en la plaza de las Palomas, en unas fiestas de San Juan y San Pedro en las que a Morano debía de andar buscando el voto juvenil y se lo curraron pero bien. Sobre todo recuerdo que salió el cantante, agarró el micro como si le debiera dinero y bramó: «¡Buenas noches, Zaragoza, somos los Ramones!». Y vaya si eran los Ramones. Y Robert Gordon, y los Clash, y quien les diera la gana. Qué ruido. Qué caña. Y qué pintas. Sobre todo uno, que llevaba escrito "Pájaro" en la guitarra y llevaba gafas de sol. Claro que, entonces, por motivos inexplicables, se veían muchas gafas de sol por las noches —fai un sol de carallo—.

Luego vendría el éxito local con "Cuatreros", el disco de Teloneros, más conciertos, la carretera y demás, pero para mí los Deicidas siempre serán aquellas cuatro notas taladrando mi habitación y el vozarrón de Zapico gritando "No puedes".

Fueron largos años de estudio, de seriedad, de maduración. De abrirse a nuevos sonidos, de superar los prejuicios. Una larga lucha para sobrevivir al rockandroll. Y ahora a estos macarras se les ocurre volver. Pues yo no pienso caer en su poder de seducción. Que yo ya me había borrado de esto, oiga.

5 comentarios:

Narciso el valvulista dijo...

Gracias por dejarnos leer tus impresiones.
Simplemente quiero confirmar que en un concierto con Siniestro Total en el Hispánico había robado una mega bandera de Castilla y León y pedido a mi madre que me hiciese dos camisetas (la virtud de estar formada por cuatro cuarteles) y estrené la camiseta, al quitarme mi chupa de camuflaje, apareció el león rampante, gritos, saltos y alaridos, a continuación me dí la vuelta y les presenté el castillo, silvidos, botellazos, en fin, la provocación surtió su efecto.
Unos meses depués tocando en la Plaza Mayor de Valladolid con los Cardiacos, estrené la otra camiseta, primero vieron el castillo y después el león y se volció a formar.
Así que el viernes dedicí provocar por el lado de la ignarancia, me puse mi camiseta de Unabomber y ni dios dijo nada, aunque después todos preguntarón.
Salud
PIGS. Producciones Imperfectas del Garahe Sumergido, y es CERDOS su significado en inglés.

Juli dijo...

NO PUEDES, Javi, no puedes escapar.

Fíjate que hasta se presenta aquí a inaugurar comentarios el aludido... Por cierto, yo no los conocía y la verdad es que se pega el estribillo y sobre todo el sonido de rocanrol macarra, muy bueno. Aunque a mí me suena más a eso que llaman rock urbano, tirando más a rock duro que a referentes rocabílicos.

Y creo que hoy me iré a una sesión de Sex & Rock'n'Roll, que ya toca!

Juli dijo...

Por cierto, recordando esos versos que citas de una canción, yo recuerdo la carpeta con la que iba a clase allá por BUP, con pegatinas de la bandera confederada y The South will rise again, y en el separador siguiente hoces, martillos y estrellas rojas.

Oh yeah!

Narciso el valvulista dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

Hola amigo!!!!!

Buscando un poco de informacion a cerca del grupo de mi pueblo (Piñon Fijo) encontre curiosamente este blog y leyendo la noticia pues bien, tengo que decirte que esta nochebuena se juntaron los grupos de Laciana para dar un concierto homenaje al Punk/Rock de la zona. Los grupos fueron Punto Muerto, posteriormente Piñon Fijo y por ultimo Ceda el Paso.
Todos con sus formaciones originales y desde luego fue una gran reunion de antiguos y nuevos rockeros.
Piñon Fijo con una gran puesta en escena, entrando Juaco (el bateria) haciendo una interpretacion de Rambo diciendo que dios mio, esto es un infierno, me encuentro de nuevo en la GUERRA!! jejeje un simil realmente simpatico.
Sus temas fueron entre otros no me hagas trabajar papa, carmina, donde vas alfonso XII, zombies (gran tema q nunca habia escuchado) y un largo etc etc, hasta hicieron un medley.

Nada mas que decir, un simple comentario a esa reunion de los Deicidas...pues aqui tienes otra nueva reunion de grupos de los 80.

Un saludo