La literatura –o, mejor aún, lo insólito de ese inframundo– siempre está ahí, agazapada, esperando cualquier descuido para saltarte a la yugular.
Como esta mañana, cuando cotilleando por ahí me topé con esta peculiar oferta de empleo:
Empresa del sector editorial precisa contratar SECRETARIA PARA ESCRITOR. Sus funciones seran las de colaborar con el escritor, mecanografiando textos y busqueda de documentación e informacion. Se busca persona dinamica, buen nivel cultural y acostumbrada a trabajar en equipo.
Se requiere formacion de informatica a nivel de usuario y altas pulsaciones en mecanografia. Durante el periodo de elaboracion del libro residira en la residencia del escritor.
¡Diablos! Una oportunidad para ser ayudante de un escritor, como lo fuera Samuel Beckett de James Joyce, Ezra Pound de Yeats o Rimbaud de Verlaine —bueno, igual esto último es un poco inexacto, no sé…—. Pero menudo trabajito, ¿verdad? Y está claro que le hace falta un asistente con urgencia, pues en su editorial no son capaces ni de poner en su sitio cuatro tildes.
Lo raro es que especifiquen tan claramente lo de "secretaria", con "a" de "miembra". ¿Tan importante será para este puesto que la tarea la realice una dulce fémina y no un velludo muchachote, por muy echado a perder que esté? La cosa es, como poco, sospechosa.
Uno podría aventurar que el anónimo autor prefiere que le "sirva" una mujer que, como piensan los clásicos machistas-leninistas, "para eso están". Mala opción: a la altura del betún quedaría el escritor. Pero es que la otra posibilidad es aún peor: si pensamos mal, pero que muy mal, igual lo que pretende es que la "secretaria", después de teclearle un rato, le haga también una versión al francés de sus propias pajas mentales. No sé si me explico…
Y de ahí que la cosa esté tan bien pagada —del medio kilo para arriba, a cama puesta—. Aunque, si uno se imagina a ciertos escritores en posición de faena, la verdad es que no hay dinero que pague ciertos sacrificios.
No sé por qué se me viene ahora la imagen de Cela con su chófer negra, cruzando La Alcarria o quizá camino de Archidona, qué se yo. El caso es que, por un lado, no me gustaría nada estar en la piel de la futura secretaria, la que acabe aceptando el puesto, y por otro lado me mata la curiosidad de saber quién es el "escritor" que tanta necesidad tiene de una "secretaria" interna. Con las ganas me quedo de investigar esa oferta…
16 comentarios:
Por aclarar mi voz estoy, para llamar y seguir la pista, pero me pilla ya muy mayor para meterme en tales berenjenales.
¡Alegría leerte! Un abrazo.
Anda que... menos mal que has vuelto, un poco más y te declaran el blog en ruinas.
Me da a mí que el escritor en cuestión está muy mayor ya para lo que tú estás pensando.
Excelente. Todo un reto. Saludos.
Ya he llamado.
No me han cogido por mi número de pulsaciones, ¡cachis!
Besitos/azos.
Formación de informática a nivel usuario... No sabía que se impartían este tipo de cursos. Ahora mismo voy a obtener mi título.
Me alegro de la vuelta!
Solo faltaba que pusiera: "Imprescindible foto"... Pero, ¿será verdad lo que dicen ellas que es que los hombres somos todos iguales?
Me alegro de ver que el blog coge nuevamente velocidad de crucero y con el registro que, a mi parecer, mejor practicas (tampoco tengas muy en cuenta este comentario, yo sólo soy un juntapalabras). Te leo desde la distancia (geográfica). Estas navidades pasaré por el Inter a saludarte y a tomarnos un cafelito juntos.
Román.
Hola!
Te escribo para darte las gracias: estaba escribiendo un texto con la palabra "bacilar" (o "vacilar") y me surgió la duda, busqué en Google y una entrada tuya del año pasado me la aclaró perfectamente. Bueno, me aclaró que la cosa no está nada clara y por qué. Y eso está muy bien.
Lo de esta oferta de trabajo es lo de siempre: los hay con MORRAMEN (ésta no la entrecomillo porque me da igual lo que diga la RAE)
:)
Un saludo.
Me reí con estas elucubraciones que surgen de un anuncio. Parecería que estás dispuesto al secretariado, hasta que se presenta en tu mente la posibilidad masturbatoria. Es una buena profesión para "ser nadie". Bromeo, por supuesto, aunque no alcanzo tu buen sentido del humor.
Ojo, que lo mismo te ves de secretaria de Beckett y te ves pasando a limpio folios de César Vidal ;)
Tengo una colección árgoma para vos cuando gustéis :)
Curiosa reflexión y muy atinado comentario ante semejante aviso, sin embargo seria tentador conocer loas atributos físicos de la elegida para determinar que banquete sensual disfrutará el escritor anónimo en mención.
Saludos!!!
Cachis, pa haberme enterado antes, hombre, y presentarme aunque sólo fuese para saber quién era el susodicho. Ainssss.
Me pica la curiosidad!!
Quien será tan escritor con esa clase......y con ese morro....
en fín, me da rabia que nunca lo sabré!
Un placer leerte.
http://miguelgonzalezaranda.blogspot.com
Un saludo
Pues anda, que lo de "Durante el periodo de elaboracion del libro residira en la residencia del escritor" también facilita las elucubraciones malpensadas.
¡Jajaja! Si te enteras de quién es el susodicho, a mí también me gustaría saberlo.
La cosa es chusca, aunque no me extraña nada. Conozco a un escritor que confiesa cínicamente que en su Editorial, que lo tiene a sueldazo fijo, de plantilla, vamos,en plan futbolista estrella, tienen su equipillo de alevines negros -¡Oh, esos negros literarios!- que en la sombra, urden las tramas que luego él personaliza y lima, y firma-añado- quedándose con la pastizara gansa. A lo que no llega es a tener "alevinas negras", que es más morboso. A lo mejor es que el escritor pensaba escribir una novela erótica, o -no seamos malpensados- de tema femisnista y por eso necesitaba secretaria...
Hola Javi. ¿Abandonaste el barco? Echo de menos tus post... Abrazos!
vicente
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